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miércoles, 4 de mayo de 2016

Lo que te cae de los ojos

Gabriel Picco

Italiano. Licenciado en Letras Modernas en la Universidad Estatal de Milán. artista visual y escritor, participaron con pinturas y esculturas en exposiciones en espacios públicos y privados en Italia y en el extranjero. Vivió dos años en Nueva York, donde asistió a la Academia de Cine de Nueva York.

Ahora que me doy cuenta, casi todos los libros que le leído últimamente, tienen todo que ver con Polanco y casi nada con tiempos anteriores, probablamente es resultado de trabajar en lugares  tan cercanos a librerías y llenos de espacios culturales. ¡Más como estos, por favor!
Entonces: Si han estado en el metro, seguramente conocen estos lugares donde venden libros usados en cajas gigantes de madera, ediciones de algunas editoriales muy económicas y cosas por el estilo: bueno, saliendo del trabajo, diario apsaba por metro polanco -obligatoriamente- y dentro del metro, un señor estaba en uno de estos establecimientos vendiendo libros. Regularmente solo apsaba a mirar y rara vez compraba pero ya nos saludabamos. Al mismo tiempo, en mi vida miro este libro con mucho cariño, porque conocí a una chica de Brasil y me hice el propósito de enviarle algo bonito; entonces encontré en ese puesto/local dos copias de este libro, así que los compré: para tener románticamente algo muy en común con mi amiga de Brasil. Algo que pudiera compartir con ella.

Me tardé mucho en leerlo, pero al final lo hice, como si nada.
Puedo decir de este libro: Estoy algo confundida; ya que el protagonismo de Kazuko y las lágrimas parecen casi polos opuestos. Pero estoy disfrutando mucho la historia. Me gusta sobre todo la idea del cubo amarillo. Ahora me pregunto ¿Qué pasará cuando Ennio descubra su capacidad de llorar? Yo no pararía. En serio. Es como cuando escuchas una nueva canción y te obsesionas escuchándola una y otra vez. Como el dolor. Como la risa. Comienzo a entender la multiplicidad de personajes que existen en nuestra vida, y la función de cada uno en la historia. Me gusta y me parece peculiar el ritmo que lleva toda la historia, los saltos en las historias simultáneas, la forma en la que todas las historias convergen.

Hay muchas cosas que aprendí mientras leía este libro. Adoro la forma en que todas las historias de los personajes se hacen una y terminan en un punto de inflexión e incluso no se tocan. Es maravilloso ver la sucesión de eventos del que depende una misma acción. Cosas tan simples como prestarle a alguien un impermeable, perder una libreta o leer una "biblia".

Y donde el momento crítico es en realidad el inicio. La liberación que representan las lágrimas, y el anhelo junto a la belleza de lo maravilloso que el mundo tiene en las ausencias que nos llenan el corazón.
Me encantó.


Aprendí lo difícil y lo fácil que es llorar.
Que devenir en una emoción te puede salvar la vida.

Lo reocmiendo, con mi corazón mojado de lágrimas de todo tipo, a aquellos que no se permiten llorar.

miércoles, 9 de septiembre de 2015

La metamorfosis

Franz Kafka.
Hay algo sumamente gracioso con éste libro: Hace un par de años me dejaron leerlo en la escuela para una materia que me gustaba muchísimo, sin embargo no lo leí. Un par de años después me di cuenta de que la historia era TAN increíble. Retumbó en mis oídos y en mi pecho. Es así como al pasar el tiempo, un día el libro apareció en mi estante.
Y por fin... Lo leí.

Mentiría si dijera que el texto es el más digerible del mundo. Mi pepe grillo me diria algo como: "¡Vamos, nadie es tan sabio como para entender a Kafka a la primera!"
Este libro nos narra la historia de Gregorio Samsa y la misteriosa forma en la que un día se despertó siendo un insecto. Y cómo poco a poco, con el paso de los días  va redescubriendo a su familia, y de alguna forma: a sí mismo.

Considero que a pesar y con todo, es un texto sumamente triste y doloroso. Nos habla de un chico casado con el "Deber ser"; más que con el deseo y la pasión de sí mismo. Cuestiona las estructuras morales y jerárquicas de la familia y reta al lector a preguntarse quién es y qué quiere. Llega a ser tan sutil y al mismo tiempo, violento y brusco. Como la mordida de un perro callejero. Y en lugares tan específicos y sensibles como el "Yo"

Su estructura sin embargo, es algo sencilla y lineal. Es decir: Es un devenir constante y simultáneamente es la lluvia de pensamientos de Gregorio Samsa y la plática contextual de un narrador. Casi como nuestros pensamientos.

Creo que por eso amo y odio tanto este texto.
Creo que le tengo miedo.
Lo más divertido de todo, es que es tan real, que no tiene (no necesita) un final feliz.

Es un libro que he tenido que leer poquito a poquito; porque resulta bastante abrumador, pesado y de una forma muy personal es incluso agotador. Te invito a que hagas notas, dibujos, apuntes sobre este libro. A mi me ayudó.

Recomiendo con unas ganas locas a los indecisos, a los miedosos, a los conformistas, a los cuadrados, a quienes están cansados del deber ser. A los locos, a los curiosos, a los coleccionistas,a los preguntones, a los dudosos, a los rectos, a los pasionales. A los que de todo están seguros.
A todos.

Tal vez al final nunca quieras ser Gregorio: Siempre estás a tiempo de evitarlo.

jueves, 13 de agosto de 2015

El chico que encontró la felicidad.

Edward Van de Vendel, Anoush Elman.

La historia con éste libro es incluso romántica. Hace tiempo asisto a un círculo de lectura (Letras Cosmos) y entre todo ello, jamás me había llevado un libro en préstamo hasta unas semanas, casi meses después. Encontré un libro peculiar, de colores llamativos y una portada casi girly. Así que me lo llevé. Mi sorpresa fue que, contrario a lo que yo pensaba, no es en absoluto literatura bestsellerista.

Este texto cuenta la historia de un chico Afgano, llamado Hammayun, y cómo él y su familia resultan acosados por los talibanes, entonces como solución encuentran huir a Europa. Miles de cosas y personas van sucediendo en el camino, mientras son guiados por una ruta sin nombre (y casi aparentemente sin fin) en manos de traficantes de personas. Hasta que se encuentran en un país que parece casi perfecto.
Casi.

Esta padrísima la historia, llegará a tocarte y provocará emociones ultra intensas. Entre tanto, refleja todos los problemas con los que pueden encontrarse familias enteras al tener problemas políticos, lo peligrosas que son las ideas, puedes ver, y casi tocar a todas y cada una de las personas que un día conociste, provoca que te hagas preguntas sobre la cantidad inmensa de posibilidades que cada uno tiene para llevar el control de su vida. Es hermoso cómo las culturas al confrontarse siempre provocan una especie de shock en ambas partes.

Hay algo en especial que me encantó de este libro, y su estructura narrativa, donde todo parece ser el guión de una película. Puedes ver a Hammayun viviendo cada experiencia, probando los distintos aires, las muchas sombras. Sin duda alguna, la redacción te lleva en un sube-y-baja de emociones vertiginosos:
-Nudos en la garganta asegurados
-Lágrimas silenciosas inevitables

Pero como lector, también puedo decir: hay que tener un cuidado soberano con el final. Puede dejar una burbuja de inconformidad en el pecho. Podría pasar que la rabia se apodere de ti, o encontrarte, contagiarte y sonreír con sorpresa por la cantidad incontable de cosas que pueden sucederle a una persona.

¿A quién recomiento éste libro?
A los aventureros que necesiten conocer nuevos lugares, peligrosos, bélicos, injustos y violentos. A los valientes que no temen en viajar días enteros en lugares reducidos y a penas respirando. A los turistas emocionales que quisieran experimentar de maneras iguales tantas emociones que no sepan cómo nombrarlas, Pero sobre todo:

A nosotros, que siempre buscamos a dónde pertenecer.