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jueves, 12 de noviembre de 2015

Memoria de mis putas tristes

Gabriel García Márquez.


Hace mucho tiempo, tuve un amigo que es la persona más culta que he conocido en el mundo. En mi mundo. Y cada vez que hablabamos de libros, yo aprendía mucho de él, excepto cuando hablabamos de literatura latinoamericana, y en específico, de García Márquez. Yo conocí a GM con "Amor en los tiempos del cólera" En una edición de portada rústica de aproximadamente hace unos 30 años. El punto es que me quedé tan enamorada de ese libro que, en sus palabras: "podría haber hecho una tesis respecto a él" así que un día lo harté, y me recomendó que leyera algún otro libro de García. Sinceramente estaba recelosa dado la situación: ¿y si no me gustaba tanto como el primero? ¿Y si descubría que GM era ese tipo de autores de solo un libro?
Entonces dejé su recomendación en mi cabeza, con un post-it y una tachuela.

Dos años después, entré a una librería y me descubrí comprando el libro.


Lo cierto es, que amo más a Márquez con éste libro: es simplemente maravilloso. La manera que Márquez tiene de escribir siempre me hace sentir dentro de la trama, una maravillosa incertidumbre y al mismo tiempo, como si ya lo supieras todo: te hace sentir un espectador activo de la historia. Los tiempos en que transcurre, las formas en que va manejandose cada momento del relato, hace que te apegues a cada personaje de una forma más íntima.


La historia es sobre un señor que se enamora de la forma más pura posible de una niña, que casualmente conoce en un burdel al que nunca había asistido; la niña es una pequeña virgen a la que él, por más que ha intentado deesfogar sus deseos carnales con ella, simplemente la ternura y la dulzura, así como la manifiesta infancia de la chica, hace que apague todo fuego y crezca una ansia de protección y cariño: un enamoramiento tan profundo que puedes sentirlo vibrar en cada palabra de la página. Sin embargo no todo es miel sobre hojuelas, ya que casi al final, descubres una cosa sobre ella que no esperarías de ninguna forma.


A pesar de todo, hace que algo en el corazón te tiemble, te llenas de tristeza, de felicidad, te sientes allí mismo, tirando y rompiendo cada cosa de la habitación. La angustia se te arremolina en la garganta; en las manos: al mismo tiempo te llena de una ternura tan inmesa que es icontrolable, indescriptible, inmanejable.


Ya sabemos de cierto, que soy bien emocional en cuanto a las historias; así que decirles que lloré con el final, está de más. 


Es un libro corto, y tan bonito que lo leí en un viaje en el metro, mientras la gente subía y bajaba entre estaciones.


Lo recomiendo a enamorados, a lectores, a quienes han perdido algo, ganado algo, sentido en las venas el latir de un corazón que no es tuyo. A quienes desean saber de una historia de amor, a quienes tienen un amor inalcanzable, un amor no físico. A quienes les han roto el corazón.

A todos.


Deseo te animes.
Y lo disfrutes.

Un abrazo: Makenai.