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viernes, 1 de enero de 2016

El país de las últimas cosas

Paul Auster

Gracias a internet conocí este libro: ingresé a la página de una librería y entre las promociones estaba este autor. Regularmente cuando compro un libro gracias a internet me dejo llevar por el arte visual: Si la portada me atrapa, entonces es muy probable que al llegar a la librería,  vaya directo a buscar ese libro. Excepto si se me atraviesa otro que haya estado buscando hace mucho tiempo. El punto es que esa fue la situación con este libro; así que al llegar a la librería lo abrí, revisé al azar citas y páginas enteras y me enamoró. 

Lo que me sorprendió muchísimo es la forma en que está construída la historia.
Se trata de Anna, una chica que está en busca de su hermano: Un reportero que decide ir a un país en decadencia y algo... extraño; "El país de las últimas cosas"

El gran viaje a este lugar comienza porque su hermano va con l objetivo de conocer elementos para poder exhibir las cosas que están sucediendo en éste lugar, del que misteriosamente; fuera nadie sabe nada y los que van, no vuelven. Así que Anna se decide a ir tras la pista de su hermano, sin embargo dentro de el gran camino que le espera, nunca se imagina lo que ha de sucederle. Como bien lo dice el título El país de las últimas cosas es un lugar donde nada es estable: Está todo en ruinas, completamente decadente, las personas con pena sobreviven y las cuestiones de salubridad son tan brillantes por la ausencia de las mismas, las personas sobreviven vendiendo cosas rotas, cosas que se encuentran, cuadros, piezas de relojes, harapos remendados; pero sobre todo nada es lo que parece ser: las cosas desaparecen y aparecen intermitentemente, por ejemplo, no puedes correr ya que los baches, las montañas de basura, etc, pueden aparecer delante de tus pies de un momento a otro y desaparecer con la misma facilidad, aunque las calles siempre se llamen de la misma forma, nunca es la misma calle; la muerte se ha convertido en un negocio y el gobierno con lo único que auxilia a la población es recogiendo muertos y comprando objetos casi en buen estado, pero hay dos detalles escalofriantes: nunca puedes detenerte, ya que si dejas de caminar es muy probable que mueras y que hace años ninguna mujer ha podido embarazarse por razones que nadie conoce. Anna en algún momento nos platica que ya no tiene la capacidad de analizar de una forma amplia las cosas: su cabeza está cegada por el único fin de sobrevivir.

En todo el libro, Anna nos va contando todas las cosas que van sucediendo en su pensamiento, y en su cuerpo, en el ambiente. Lo que estás leyendo es una carta que Anna le escribe a su novio sobre la clase de cosas de las que está rodeada, lo que siente, lo que vive, lo que ve, e incluso, cuando lo logra; sobre lo que piensa. 

Personalmente el libro pregunta muchas cuestiones importantes; implica un ejercicio de reflexión interna sobre qué es la humanidad, comienza a cuestionarte tus capacidades no solo físicas, también las emocionales, mentales que posees. ¿De estar allí qué harías tú? 
Puedes sentir en cada página su desesperación, su desesperanza, el dolor, el frío, el miedo.

El libro me hizo sentir escalofríos todo el tiempo, para mi fue la clase de libro que lees por la noche y hasta que amanece; que nunca parece suficiente lo que has leído; te mantiene atrapado a lo que pasa. Considero que es un poco este formato de carta. 

Lo mejor sin dudas es el final.


Es un libro que me hizo vibrar hasta las entrañas.

Te lo recomiendo si necesitas enfrentarte con alguien que te parta los huesos.
"El músculo tiene que romperse para crecer."

Que te ponga nervioso.

Abrazo; 
Makenai.